jueves, 14 de enero de 2016

4ª Jornadas de pastoral - Experiencia del encuentro

Por expresa petición de algunos os relato mi experiencia en las Jornadas de pastoral de este curso 2016 y también os comparto unos antiguos apuntes de Bioética redactados por el Prof. Jouve. Podéis visualizarlos y descargarlos AQUÍ
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Como cada año esperaba con espectación las Jornadas de pastoral. La experiencia de años anteriores con el cardenal Maradiaga, Monseñor Rey, etc y los experiencias extradiocenas siempre han sido útiles para mi labor pastoral y profesional. Este año creo que salgo con la misma ilusión de años anteriores.

 Estaba especialmente interesado pues los temas tratados (persona, familia, vida, economía, política, trabajo) me llamaban mucho la atención en este curso pastoral en el que está tan presente la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Esta enseñanza de la Iglesia está en el fondo de nuestras clases y ha de animar nuestras vidas en lo público. En secundaria, aunque presente en todos los cursos, abarca todo el temario de Bachillerato. Así que en ese afan de revitalización me acerqué la tarde del viernes a las experiencias diocesanas.

Había 9 experiencias de las que disfrutar pero solo pude asistir a dos. Es de agradacer a los organizadores tanta calidad y cantidad. Elegí pensando en el trabajo. Hace unos días he realizado con los alumnos de Bachillerato lo que junto a Cáritas dimos por llamar la "Ruta de la Solidaridad". Realmente la idea es de Llorca. Esta ruta consiste en tener experiencia de Iglesia viva. Consiste en visitar varias entidades caritativas o solidarias regidas por la Iglesia. Tiene que ser muy práctica. Los alumnos han de participar activamente en todo para que les llegue al corazón. Nosotros estuvimos en Toledo visitando centros de Cáritas. Podéis leer una reseña en ESTE ENLACE.

Esta experiencia me llevó a conocer la experiencia sobre el albargue card. Marcelo Gónzalez Martín. Creo que algo nos tocó el corazón a todos los asistentes. En este centro no solo se trata de dar comida o alojamiento sino de devolver a las personas la dignidad perdida. Restituir el corazón al igual que Cristo, con Cristo y en Cristo. Tal vez lo más interesante fueron los testimonios de las personas que estaban bien trabajando, bien acogidos en el albergue. Aquel extranjero acogido (perdonad que no recuerde los nombres) que había abandonado su vida de delincuencia y que no pudo leer dos palabras de su testimonio porque era todo lágrimas. Aquella sonrisa del hombre que tras varios años en la calle ahora se sentía "visible". Aquel ardor del voluntario que echaba una mano. Esta es la Iglesia viva de laque hablamos en las clases de religión.

Más tarde escuché la experiencia de Pólis. Están a nuestra disposición para dar charlas en colegios e institutos y resolver dudas sobre la DSI. Fui con el interés de ver como presentaban el tema ya que yo lo tengo que hacer para mis alumnos de bachillerato en los próximos días. Me quedo con una frase: Hay que tocar el corazón y no tanto la mente. Hay que unificar la vida que celebramos (espiritualidad-oración) con la que creemos (teoria-doctrina-formación) con la que vivimos (testimonio-acción). El mejor ejemplo para enseñar la DSI es el ejemplo de una vida que se deja iluminar por la DSI. Iluminar con la formación y la oración, sobre todo la oración. Pólis: otra herramienta más a nuestra disposición. Más ganancia.

No pude asistir a la experiencia que la vicaría de cultura había desarrollado en diversos lugares del casco histórico y cuyo centro era "La mujer en la Iglesia". Testimonios de valientes mujeres y su vinculación y experiencia eclesial. ¿Hay algún asistente que nos haga un breve escrito? De igual modo tampoco pude asistir al concierto oración del sábado por la noche. Fue tarde pero muy especial, bonito y útil. Eso me dijeron los que sí estuvieron.

El día siguiente participé, por acabar con las experiencias, en la presentación de iMisión sobre las redes sociales. Siempre he estado un poco frenado en este tema por guardar la privacidad. Sin embargo me ha dado el ánimo necesario para lanzarme a ellas y evangelizar en internet. Además, esto lo tengo comprobado, es el modo de estar en contacto con los alumnos fuera del horario y ámbito escolar. A nivel de evangelización soy consciente que hacemos más fuera de las aulas que dentro de ellas.Me quedo con una frase de iMisión: Internet es un lugar habitado no solo una herramienta. Es el sexto continente al que debemos ir como los misioneros de siglos anteriores. Navegar por las aguas de la red, a veces turbulentas otras en calma chica, y ser pescadores de hombres. Nos hablaron de las posibilidades de Twitter y de la próxima iJornada que van a realizar en Madrid el sábado 9 de Abril con gran cantidad de talleres.

Las charlas fueron muy interesantes. La doctora Flaminia Giovanelli nos hizo una intensa presentación de los principales desafíos de la DSI incidiendo en el desarrollo, la familia, economía, política y trabajo. Unas charlas muy intensas con un contenido muy rico para ir desgranando en los próximos días tras su relectura.

El domingo por la mañana, tras los laudes, el doctor Nicolás Jouve nos habló sobre la importancia de la defensa de la persona humana desde la concepción hasta el momento de su muerte natural y de la familia como primera célula de humanización. Destacando, de nuevo, los pilares de la oración y la formación como base para la acción social de la defensa de la vida en todas sus fases y de la familia natural.

Posteriormente se celebraron los circulos de reflexión donde más directamente se da voz a todos los asistentes para compartir, destacar, opinar, criticar y valorar las experiencias de estos fabulos tres días. Por último tuvimos la misa de acción de gracias en la catedral. Entrar por la puerta puerta "del perdón" fue una breve pero bonita experiencia. Rara vez se usa esta inmesa puerta que te hace sentir pequeño al atravesarla para contemplar la luz y grandiosidad del interior de la catedral. Cristo puerta por el que entramos, mediante su perdón, a la asamblea celeste que glorifica al Padre por medio de los sacramentos.


Creo que estos días de las jornadas de pastoral son una exquisita experiencia para sentirnos y descubrirnos como iglesia diocesana. Supone tiempo y dedicación pero es más la ganancia que la inversión. Agradezco a nuestro arzobispo, a todos los organizadores y voluntarios que nos puedan brindar oportunidades como esta. Y animo a todos a participar en las que nos vengan, Dios mediante, el próximo curso. Que Él nos bendiga en nuestras labores pastorales para que hagamos su voluntad.

Las imágenes son de Miguél Olmos de la página de las Jornadas de Pastoral

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